Si usted decide hacerse los mechones en casa, dedique a esta actividad el tiempo necesario, sobre todo si es la primera vez. Aunque no es un procedimiento difícil, requiere de cierto cuidado. Hágase al comienzo unos pocos y analice cómo le quedan, y dónde debe aumentarlos o disminuirlos en la próxima aplicación.
Para que los mechones luzcan más naturales, péinese primero y pase a aplicarlos en la parte más visible de las ondas o rizos; no necesita hacerlos en toda la cabeza ni en las capas interiores del cabello, aunque esto depende del largo y la manera como acostumbre peinarse.
No utilice el gorro de baño la primera vez y tome solamente los mechones que va a trabajar. Una vez seleccionados, envuélvalos en papel aluminio para que la mezcla no impregne otras áreas.
En caso de tener el cabello un poco largo, envuelva sólo la parte del mechón pegada a la raíz. También puede aplicar la mezcla sobre los dientes de un peine ancho y pasarlo por donde quiere realzar el color. Así los mechones quedarán más dispersos y desordenados, produciendo el efecto deseado.
Cuando los mechones se hayan decolorado, pruebe cambiar el tono con un enjuague transparente si no le gusta el color que tomaron. Los mechones de celofán, por ejemplo, sólo duran algunas semanas. Luego de aplicados debe reactivarlos con calor.
Tenga en cuenta que ninguno de los tratamientos a los que se somete el cabello, como los tintes, la decoloración o la permanente, son completamente inofensivos: cada uno afecta a su manera la estructura interna del cuero cabelludo.
El daño ocasionado por los productos químicos depende de:
• La intensidad del proceso: decolorar una cabellera totalmente es perjudicial; lo aconsejable es empezar iluminando sólo unos mechones.
• La condición en la que se encuentra el cabello: un cabello seco y frágil será menos resistente a los componentes de las tinturas.
• La persona que aplica el tratamiento: por muy hábil que se considere usted, es mejor dejar este tipo de procedimientos en manos de un experto o un especialista en cosmetología capilar.
Fuente: blogichics
